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El papel de la diabetes en la demencia: Retos biotecnológicos y manejo

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Felipe Ascencio (ascencio@cibnor.mx)
Norma Y. Hernández-Saavedra (nhernan04@cibnor.mx)

Centro de investigaciones Biológicas del Noroeste, S.C.

Tema

En este artículo se hace énfasis en la importancia del equilibrio de los niveles de azúcar en la sangre, y de como una enfermedad como la diabetes (2do. lugar de causa de muerte en México -ver ¿qué sabemos de la diabetes?-) esta relacionada con la enfermedad de Alzheimer, que es la causa más común de la demencia, que causa un deterioro gradual en la memoria, el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales que, desafortunadamente, afectan la capacidad de funcionamiento de una persona y son irreversibles.


1. Introducción

El cerebro está conformado por células nerviosas (neuronas) que mantienen funcionando todo nuestro organismo, incluso mientras dormimos; es también en donde se controlan los sentires, los saberes y los recuerdos de las cosas (Fig. 1). Para hacer todo este trabajo, el cerebro consume el azúcar, que es trasportada a todo nuestro cuerpo en la sangre para obtener la energía necesaria para funcionar, a través de la circulación. De todos nuestros órganos, el cerebro es el que requiere más energía, ya que consume la mitad de toda la energía que provee el azúcar al cuerpo. Sin embargo, si los niveles de azúcar en la sangre están fuera de los valores normales, pueden desequilibrar el buen funcionamiento del cerebro y, por lo tanto, de nuestro sistema completo.


Figura 1. La Enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia. Los signos tempranos de la enfermedad incluyen el olvido de eventos o conversaciones recientes. Con el tiempo, avanza hasta convertirse en un problema grave de la memoria y la pérdida de la capacidad para hacer la tareas cotidianas (Canva).


1.1 ¿Nos enfrentamos a una pandemia lenta?

El mundo se enfrenta a una prevalencia de diabetes mellitus tipo 2 (DM2) a nivel de pandemia. La estimación mundial en 2021 fue de más de 536 millones de personas afectadas (alrededor del 10.5% de la población adulta), lo que representa un increíble aumento de 73 millones en solo dos años (la estimación de 2019 fue de 463 millones). Si las tendencias persisten, se espera que para 2045 habrá 783.2 millones de personas afectadas, lo que representará el 12.2% de la población.

 

1.2 En términos económicos y de servicios de salud ¿cual es el efecto de esta “pandemia”?

En 2021, el gasto total estimado en salud relacionado con la diabetes (en todo el mundo) fue de casi mil millones de dólares americanos. Paralelamente a esta carga masiva de enfermedades metabólicas, está la creciente prevalencia de la demencia a medida que la población envejece debido al aumento paulatino de la esperanza de vida (Fig. 2). En 2019, 57.4 millones de personas en todo el mundo vivían con demencia; se prevé que esta cifra aumentará a 152.8 millones de casos en 2050 (Melo, 2023).  Igual que la diabetes, la demencia plantea una carga socioeconómica sustancial, generando alrededor de mil millones de dólares estadounidenses anualmente en todo el mundo.



Figura 2. Esperanza de vida al nacer en el mundo y en México. Recuadro superior, esperanza de vida al nacer en 1950, 2000 y 20250 por regiones en el mundo (Melo, 2023). Recuadro inferior, esperanza de vida en años en México (azul claro) y Baja California Sur (azul oscuro) del 2018 al 2024 (calculado a partir de INEGI,2024).


La situación es aún más grave porque la demencia carece actualmente de tratamientos eficaces que modifiquen la enfermedad (Savelieff et al., 2022). De acuerdo con resultados publicados en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 (INSP, 2016), la diabetes mellitus tiene una prevalencia del 9.4% en la población mexicana, y más del 60% de los casos corresponde a personas mayores de 60 años. Se ha demostrado que algunas enfermedades influyen en la evolución de etapas de deterioro cognitivo leve a demencia, como la diabetes mellitus. En un estudio realizado por el grupo de Vega-Quintana (2018), para determinar la prevalencia de demencia y su asociación con comorbilidad en pacientes mayores de 65 años, se encontró que el 37.5% de los pacientes con demencia también padecían diabetes, mientras que el 37.1% sin demencia padecían diabetes.

 

1.3 Entonces, ¿cuál es la relación entre la diabetes y la enfermedad de Alzheimer?

La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y la enfermedad de Alzheimer (EA) son dos epidemias globales que comparten varias características o defectos metabólicos. La relación entre estas enfermedades es tal, que algunos autores han propuesto el término “diabetes tipo 3” o “diabetes del cerebro” para la enfermedad de Alzheimer. Entre las similitudes entre estas dos enfermedades se pueden mencionar: 1) la alteración del metabolismo cerebral de la glucosa, 2) la resistencia a la insulina (RI), 3) disfunción mitocondrial, 4) estrés oxidativo, 5) inflamación, 6) formación de productos finales de glicación, 7) sobreproducción y agregación de beta amiloide (Ab), y 8) aumento de la fosforilación y deposición de la proteína tau (Carvalho y Moreira, 2023).

A medida que la población mundial de adultos mayores sigue creciendo, el énfasis se centra en los problemas relacionados con la edad. La demencia es una de las principales enfermedades crónicas de adultos mayores y ancianos, y se ha convertido en un grave problema de salud a nivel mundial, con graves consecuencias tanto para las familias como para las economías. Se prevé que esta situación empeore drásticamente en el futuro a medida que la población siga envejeciendo. Por tanto, comprender el origen de la demencia, así como crear técnicas preventivas y de tratamiento, son preocupaciones importantes, en donde el uso de las especialidades que conforman las herramientas biotecnológicas juegan un papel fundamental.

 

2. ¿Cómo podemos entender los mecanismos de deterioro cognitivo relacionados con la diabetes?

 El deterioro cognitivo leve (DCL) describe un estado de transición entre la función cognitiva normal y la demencia. Las personas con deterioro cognitivo leve tienen un grado de pérdida de memoria con poco impacto en sus actividades diarias. Se ha estimado que aproximadamente el 30% de las personas con DM2 de 65 años o mayores tienen deterioro cognitivo leve, que es casi el doble de lo observado en la población no diabética de la misma edad. Además, la conversión anual de DCL la demencia es mucho mayor en personas con DM2 (30-40% contra 10-20%) y, por lo tanto, esta enfermedad puede considerarse un acelerador de la demencia. No se han identificado indicadores sólidos que permitan identificar a los pacientes con DM2 en riesgo de desarrollar demencia, ni existen biomarcadores de diagnóstico para la evaluación clínica de las quejas cognitivas más sutiles (que cumplen con los criterios de disminución cognitiva asociada a la diabetes). Si bien, las pruebas neuropsicológicas son valiosas, requieren mucho tiempo (entre 3 y 12 horas) además de personal clínico especializado. Por lo tanto, se necesitan urgentemente estrategias rápidas de detección para identificar a las personas con DM2 con alto riesgo, que deben ser remitidas a una clínica de memoria para una evaluación adicional. Esta brecha debe cerrarse urgentemente, pues ha aumentado la prevalencia global de DM2 con deterioro cognitivo y en previsión de mejores tratamientos para las primeras etapas de la EA (Little et al., 2021).

 

2.1 Relación entre el metabolismo de la glucosa-demencia y función mitocondrial-demencia.

2.1.1 Glucosa-Demencia

Hay que empezar por lo básico, las dos principales necesidades del tejido cerebral son: 1) el oxígeno y 2) la glucosa; ambos son transportados por la sangre que fluye a través de los vasos sanguíneos cerebrales, que es una red muy compleja formada por una gran cantidad de vasos sanguíneos que cubren todas las partes del cerebro y garantizan el suministro de glucosa y oxígeno a todas y cada una de sus células. Cualquier interrupción o mal funcionamiento de esta red puede provocar la privación de sangre a áreas específicas, resultado en muerte neuronal en esa área por falta de oxígeno. Son muy variados los problemas que pueden afectar la red de vasos sanguíneos y sus ramas, incluido el estrechamiento, el bloqueo o incluso la ruptura y/o alteración de arterias y venas cerebrales (Fig. 3). Otros factores muy importantes que influyen en la red vascular del cerebro son también otras enfermedades como la DM2, aterosclerosis y la hipertensión arterial. La asociación de la DM2 con la demencia vascular, es que la DM2 puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o cualquier otra forma de enfermedad cerebrovascular. La demencia vascular puede manifestarse como una afección de infartos, demencia vascular provocada por un ataque cardíaco o hemorragia cerebral en un área estratégica, o DCL a severo provocado por anomalías subcorticales confluentes y progresivas de la red vascular cerebral (engloba todo lo relacionado con los vasos sanguíneos). Por lo tanto, el cuadro clínico es mucho más variado que en la EA porque hay muchos vasos que podrían dañarse, sin embargo, no siempre se trata de regiones relacionadas con la memoria. A partir de diversos estudios epidemiológicos, se ha observado que hay mayor riesgo de adquirir deterioro cognitivo en pacientes con DM2, incluso cuando los mecanismos moleculares exactos que las relacionan aún son difíciles de identificar. Actualmente, las investigaciones han demostrado que existen algunos mecanismos fisiopatológicos, entre los que se pueden mencionar: alteraciones metabólicas, neurodegeneración, disfunción endotelial y neuroinflamación. Por lo tanto, la detección temprana de la diabetes y/o su tratamiento oportuno, ayudan a mantener un control glucémico perfecto, que, junto con la prevención de episodios de hipoglucemia, ayudaría enormemente a prevenir la aparición de demencia (Prajjwal et al., 2023).


Figura 3. Ejemplo de sistema circulatorio del cerebro. Imagen de angiografía cerebral de fluoroscopía en radiología intervencionista que muestra la arteria cerebral y algunas de sus ramificaciones (Canva).


2.1.2 Mitocondrias-demencia

Por otro lado, la función mitocondrial esta involucrada en numerosas enfermedades complejas relacionadas con la edad. Comprender el papel potencial de las mitocondrias en la fisiopatología de estas enfermedades es importante debido al aumento de la prevalencia de enfermedades complejas (como DM2 y EA) relacionadas con la edad. Estas enfermedades comparten características fisiopatológicas que apuntan a una causa o factores comunes para la exacerbación de la enfermedad (Silzer et al., 2019).

 

2.2 Vías moleculares y bioquímicas relacionadas con la diabetes mellitus y la demencia

La diabetes mellitus es un trastorno metabólico que se ha convertido en epidemia y afecta al cerebro a través de una variedad de vías. Los pacientes con DM2 pueden desarrollar cambios patológicos en el cerebro, que eventualmente toman la forma de DCL que luego progresa a la EA. Este hecho se ha demostrado a través de varios estudios, descubriéndose que las vías moleculares, como la amiloidogénesis (proceso por el que una proteína normal, soluble pasa a ser insoluble y resistente a degradación enzimática), el estrés oxidativo (acumulación de especies reactivas de oxígeno y nitrógeno), la inflamación y la alteración de la señalización de la insulina, son idénticas en la DM y la demencia. Sin embargo, el actor fundamental involucrado en el círculo vicioso de la diabetes y la demencia es la insulina, cuya señalización alterada en la diabetes, provoca una disminución de la cognición. Además, no se trata sólo de que los pacientes con DM sufran deterioro cognitivo en una etapa posterior, sino que muchos pacientes con EA también reflejan síntomas de diabetes, creando así un círculo vicioso que involucra una red de mecanismos moleculares complejos por lo que algunos autores han categorizado a la enfermedad de Alzheimer como "diabetes cerebral". Debido a lo anterior, se ha sugerido que algunos medicamentos antidiabéticos son beneficiosos en la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, sólo unos cuantos estudios han mostrado resultados positivos, principalmente debido al inicio tardío de la terapia. Por lo tanto, es muy importante desarrollar más moléculas que se dirijan a la insulina en pacientes con demencia ya que junto con el desarrollo de métodos que diagnóstico de una señalización alterada de la insulina y el deterioro cognitivo asociado, se pueda iniciar una terapia temprana y así, prevenir la progresión de la enfermedad (Behl et al., 2022).

 

3. Herramientas biotecnológicas para el estudio de la diabetes-demencia.

Brevemente, en la Tabla 1 se hace una descripción de los métodos de investigación (basados en herramientas biotecnológicas), que pueden aplicarse para abordar las lagunas de conocimiento sobre la diabetes que conducen a la demencia. La atención se centra en estudios clínicos en participantes que, en su momento, dieron su consentimiento y tejido humano, aunque también existe una rica literatura sobre modelos de investigación. Se incluyen estudios de imágenes cerebrales (Fig. 4) para monitorear los primeros cambios que ocurren durante la progresión de la enfermedad de prediabetes a diabetes. Además, las tecnologías Omicas generan grandes conjuntos de datos de información genética, epigenética, transcriptómica, proteómica y metabólica para descubrir la biología subyacente al riesgo de demencia por diabetes (Savelieff et al., 2022).


Tabla 1. Principales herramientas biotecnológicas para el estudio de la diabetes-demencia (Savelieff et al. 2022).

Herramienta

Impacto

Imágenes cerebrales


Imágenes por resonancia magnética cerebral

la tecnología de imágenes actual, basada en gran medida en imágenes por resonancia magnética (MRI), es útil para detectar cambios cerebrales.

Resonancia magnética funcional del cerebro

varios estudios han utilizado la resonancia magnética funcional (fMRI) para investigar el impacto de la diabetes en la actividad de la red neuronal en el contexto de la demencia.

Tomografía por emisión de positrones cerebral

el uso de imágenes funcionales puede proporcionar una dimensión adicional de datos para vincular los procesos patológicos de la diabetes con la demencia y el deterioro cognitivo. La tomografía por emisión de positrones es una modalidad que imparte una dimensión bioquímica a los datos de imágenes.

Tecnologías ómicas


Estudios de asociación de todo el genoma (GWAS)

Aunque se considera principalmente una enfermedad adquirida metabólicamente, la diabetes tipo 2 posee un componente de herencia poligénica. De manera similar, la demencia, por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer se produce a partir de una combinación de causas y riesgos comunes y genes raros de penetrancia variable, ya sean monogénicos o pertenecientes a un perfil de riesgo poligénico.

Estudios de asociación de todo el epigenoma

También se han investigado las modificaciones epigenéticas, que se ven alteradas por factores genéticos y de estilo de vida, como contribuyentes a los mecanismos patológicos que impulsan el deterioro cognitivo en la diabetes tipo 2 y los componentes del síndrome metabólico. De hecho , el envejecimiento altera los patrones de metilación, y los cambios en la metilación se proponen como posibles biomarcadores tempranos de la enfermedad de Alzheimer.

Transcriptómica

Se han realizado múltiples estudios que investigan los cambios transcriptómicos que se asocian con el deterioro cognitivo en la diabetes tipo 2 y los componentes del síndrome metabólico. Las neuronas aisladas de cerebros de autopsias de participantes con diabetes tipo 2 exhiben firmas transcriptómicas indicativas de alteración de la señalización y el metabolismo de la insulina junto con neurodegeneración, incluido el enriquecimiento de las vías de la enfermedad de Alzheimer.

Proteómica y metabolómica

Estudios adicionales se han centrado en análisis proteómicos y metabolómicos para comprender la diabetes tipo 2 en el contexto del deterioro cognitivo. Muchos de estos estudios muestran cambios en varias apolipoproteínas relacionadas con el metabolismo de las grasas o el colesterol, así como en proteínas relacionadas con el sistema inmunológico o la inflamación, como el complemento C4. La recurrencia de las apolipoproteínas como metabolitos diferenciales en la enfermedad de Alzheimer subraya que APOE4 es un gen de riesgo importante.

Integración de datos


Las poderosas herramientas bioinformáticas facilitan la integración de múltiples conjuntos de datos Omicos, lo que puede brindar información adicional sobre la conexión entre la diabetes tipo 2 y la demencia. En un estudio integrador de genómica y metabolómica longitudinal con factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer, el análisis de redes reveló que múltiples metabolitos del plasma y del líquido cefalorraquídeo se agrupaban alrededor de los factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer.


Otras tecnologías


Otras tecnologías que pueden arrojar algo de luz sobre los mecanismos potenciales de la diabetes tipo 2 en la demencia incluyen la secuenciación de ARN unicelular, la transcriptómica espacial, y la metagenómica (es decir, el microbioma). Sin embargo, no hay reportes sobre estudios clínicos ni estudios en humanos donde se hayan utilizado biopsias utilizando estos métodos en la diabetes tipo 2 y la demencia. La inmunofenotipificación también puede ser un enfoque relevante dada la importancia de la “inmunosenescencia”, una disminución de la función inmune con el envejecimiento, y la “inflamación”, una inflamación crónica de bajo grado, en la diabetes tipo 2 (obesidad) y la demencia.



Figura 4. Ejemplo de daño neurodegenerativo en el cerebro de paciente con Enfermedad Alzheimer. Serie de tomografías computarizadas (TC) en color de una sección axial de la cabeza de un paciente de 74 años con enfermedad de Alzheimer. La parte frontal del cerebro (marrón) está en la parte superior (Canva).


4. Manejo de pacientes con diabetes y demencia

La diabetes debe controlarse para que las personas se sientan bien y no presenten síntomas, lo que requiere atención y adaptación diaria. Muchas personas con DM2 (y todas con DM1) deben tomar medicamentos y equilibrar sus dosis con la dieta, actividades y estilo de vida. Generalmente, esto implica controlar la glucosa en sangre frecuentemente y realizar ajustes. Si estos regímenes ya son difíciles para las personas más capaces, para las personas con demencia, el control de la diabetes puede resultar particularmente desafiante. El personal médico que trabaja en el cuidado de la diabetes, coincide en que estas condiciones presentan un doble desafío (controlar la diabetes junto con la demencia) desde la perspectiva de los enfermos, de los cuidadores informales (no remunerados, generalmente familiares) y profesionales (Sharkey y Coates, 2023). Hay poca evidencia del impacto que tiene el cuidado de estas personas en los proveedores de atención médica y de cómo se brinda el servicio para satisfacer sus necesidades, pero lo que está claro es que se necesita urgentemente orientación en el manejo de estas comorbilidades con programas educativos y apoyo a la atención médica para mejorar la salud y el bienestar, tanto de los cuidadores como de quienes necesitan atención. Un mayor compromiso con las familias ayudará a determinar cómo se puede apoyar mejor a los cuidadores (Fig. 5) y a los profesionales de la atención sanitaria y social para mejorar sus conocimientos y comprensión en la prestación de la atención (Sharkey y Coates, 2023). Puntos clave:

·       Los cuidadores informales necesitan un mayor apoyo práctico si queremos que su función se mantenga sin perjudicar su propia salud y bienestar.

·       Los cuidadores informales piensan que la función de cuidar podría ser onerosa y provocar tensión emocional; se necesitan urgentemente intervenciones y servicios (basados en evidencia) para apoyarlos.

·       Realmente no hay evidencia relacionada con las opiniones y habilidades de los profesionales de la salud cuando apoyan a los pacientes y a sus cuidadores informales es escasa; esta área merece una mayor atención.

·       Si se va a brindar atención integral, los profesionales de la salud deben considerar los desafíos que plantean ambas afecciones y facilitar su manejo integrado en la toma de decisiones para los pacientes y sus cuidadores. Un enfoque dividido socava la prestación de atención integral.

·       Se necesitan urgentemente oportunidades de educación y capacitación para apoyar a los cuidadores informales para en su función de cuidado.



Figura 5. Cuidadores no profesionales de la salud que atienden personas con demencia-diabetes (Canva).

 

5. Terapias dirigidas a las mitocondrias para el tratamiento de diabetes y demencia.

El ejercicio físico se considera la intervención de primera línea de terapia para la DM2, con gran importancia para salud mitocondrial, de hecho, los estudios muestran que la función mitocondrial de los diabéticos se normaliza con el ejercicio físico. Del mismo modo, se ha demostrado que el ejercicio físico mejora la función cognitiva, la neurogénesis, el flujo sanguíneo y aumenta el volumen del hipocampo en DM-EA (Carvalho y Moreira, 2023).

En cuanto, a los enfoques farmacológicos, existen fármacos para modular la función de las mitocondrias y el estrés oxidativo, éstos tienen el potencial de tratar eventos neurodegenerativos asociados con DM2 y/o EA.

Por ejemplo, se ha demostrado que (en ratones alimentados con una dieta alta en fructosa) la metformina aumenta la termogénesis y la biogénesis de las mitocondrias en el tejido adiposo marrón, además de proteger el cerebro (en ratas GK) contra el estrés oxidativo. En consecuencia, una revisión sistémica y un metanálisis recientes demuestran que la metformina reduce el riesgo de déficits cognitivos en pacientes diabéticos. Otros antidiabéticos (p. ej. insulina intranasal) han demostrado eficacia contra el deterioro cognitivo en pacientes y modelos preclínicos de EA debido a la reducción de la disfunción mitocondrial y el estrés/daño oxidativo (Carvalho y Moreira, 2023).

El Szeto-péptido Schiller 31 (SS-31; HD-Arg-Dmt-Lys-Phe-NH2) ha ganado importancia debido a su característica de permeabilidad celular, teniendo ventajas (comparado con otras terapias dirigidas a las mitocondrias) porque se puede acumular en el interior de las membranas mitocondriales sin interferir con su potencial de membrana.

Otro fármaco dirigido a las mitocondrias, la imeglimina, fue capaz de superar con éxito varias fases de ensayos clínicos multinacionales 1 y 2, que evalúan la eficacia, seguridad y perfiles de tolerabilidad, en pacientes con DM2 con resultados prometedores. Sin embargo, en etapas más avanzadas de las enfermedades, el uso de estrategias dirigidas a las mitocondrias puede no ser suficiente para detener o retrasar el progreso de la enfermedad y, en este caso, se deben considerar enfoques de múltiples objetivos para el tratamiento de las enfermedades (Carvalho y Moreira, 2023).

 

6. Referencias

Behl T., Arora1 A., Sehgal A., Singh S., Sharma N., Bhatia S., Al-Harrasi A., Bungau S., Mostafavi E. 2022. Molecular and Biochemical Pathways Encompassing Diabetes Mellitus and Dementia. CNS  Neurol. Disorders - Drug Targets, 21: 542-556.

Carvalho C. Moreira P.I. 2023. Metabolic defects shared by Alzheimer’s disease and diabetes: A focus on mitocondria. Curr. Opinion Neurobiol. 79:102694.

INEGI. 2024. Esperanza de vida al nacimiento por entidad federativa según sexo, serie anual de 2010 a 2024. Consultado 18/02/2024.

INSP (Instituto Nacional de Salud Pública). 2016. Encuesta Nacional de Salud y Nutricion: de medio camino 2016. INSP, Consultado 18/02/2024.

Melo M.F. 2023. Aumenta la esperanza de vida en el mundo. Statista. Consultado 18/02/2024.

Little K., Llorián-Salvador M., Scullion S., Hernández C., Simó-Servat O., del Marco A., Bosma E., Vargas-Soria M., Carranza-Naval M.J., Van Bergen T., Galbiati S., Viganò I., Musi C.A., Schlingemann R., Feyen J., Borsello T., Zerbini G., Klaassen I., Garcia-Alloza M., Simó R., Stitt A.W. 2021. Common pathways in dementia and diabetic retinopathy: understanding the mechanisms of diabetes-related cognitive decline. Trends Endocrinol. Metabol, 33(1): 50-71.

Prajjwal P., Marsool-Marsool M.D., Inban P., Sharma B., Asharaf S., Aleti S., Gadam S., Al Sakini A.S., Hadi D.D. 2023. Vascular dementia subtypes, pathophysiology, genetics, neuroimaging, biomarkers, and treatment updates along with its association with Alzheimer’s dementia and diabetes mellitus. Disease-a-Month 69. 101557.

Savelieff M.G., Chen K.S., Elzinga S.E., Feldman E.L. MD, 2022. Diabetes and Dementia: Clinical Perspective, Innovation, Knowledge Gaps. J Diabetes Complications 36(11): 108333.

Sharkey F., Coates V. 2023. Managing diabetes and dementia, challenging duo: a scoping review.Practical Diabetes 40(4): 40-48.

Silzer T., Barber R., Sun J., Pathak G., Johnson L., O’Bryant D., Phillips N. 2019. Circulating mitochondrial DNA: New indices of type 2 diabetes-related cognitive impairment in Mexican Americans. PLoS ONE 14(3): e0213527.

Vega-Quintana A, Moreno-Cervantes CA, Prado-Hernández OA, Luna-Torres S, Torres-Gutiérrez JL. 2018. Comorbilidad en pacientes mayores de 65 años con demencia. Med. Int. Méx. 34(6): 848-854.

Dr. Felipe Ascencio.
Investigador Titular D y profesor en el CIBNOR, SNI III. Responsable del Laboratorio de Patogénesis Microbiana. Loop: 264286; Scopus: 57247070500; ORCID: 0000-0003-3515-8708

Dra. Norma Yolanda Hernández Saavedra.
Investigador Titular C y profesor en el CIBNOR,
SNI II. Responsable del Laboratorio de Genética Molecular, adscrita a la Coordinación de Ecología Pesquera, Línea estratégica Variabilidad y Vulnerabilidad de Ecosistemas Marinos. CIB, Rg, SC,GSch, Fb, ID

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